viernes, 21 de noviembre de 2008

Trekking en las montañas del Norte - Dia 2

La tribu donde nos quedamos la primera noche tenia bastante contacto con la sociedad, y hasta camino pavimentado les llegaba. Luego de tomarnos unas fotos con el disfraz de los Hmong, el segundo dia partimos a caminar en busca de otra tribu mas aislada (y por ende esperabamos que mas tradicional).




En el camino paramos a bañarnos en una cascada, muy refrescante luego del calor de la caminata.





Las tribus cultivan amapola y algunos consumen opio como una practica tradicional, lo cual es tolerado por las autoridades dentro del area en que viven. Incluso nos contaron que en el zoologico humano que mencionaba, los turistas les daban monedas para que se echaran la pipa de opio a la boca y asi tomarles una foto.

Mas hacia el norte de donde estuvimos queda el limite tripartito entre Tailandia, Birmania y Laos, en una zona conocida como "Golden Triangle" o triangulo dorado. Este era el dominio de Khun Sa, un señor de la droga birmano (y ex-aliado de la corrupta junta militar de ese pais) que tenia su propio ejercito. En cuanto a riqueza y poder tenia poco que envidiarle a Pablo Escobar. En sus origenes estuvo aliado con el Kuomintang (los nacionalistas chinos), un grupo de los cuales escaparon inicialmente a esa area luego de perder la guerra civil contra los comunistas en China. Posteriormente con su guerrilla busco la independencia de los Shan, una etnia birmana, aunque eso era poco mas que una fachada para la produccion de opio. En distintas epocas se peleo con los otros gobiernos del area, hizo como que se entregaba al regimen birmano en 1996 con tal de no ser extraditado a EEUU, y murio en su palacio en Rangoon el 2007 protegido por el regimen birmano.

Un pequeño bicharraco que nos encontramos en el camino:

Cuando ya nos acercabamos a la tribu, nos detuvimos para tomar una foto panoramica desde el punto mas alto del cerro:

Llegando a la ultima tribu del dia, nos encontramos en la entrada del pueblo este pequeño altar donde hacen ofrendas cada vez que pasan.

Algunas vistas del villorio:





Luego de un largo dia de caminata, por fin llegamos a nuestra cabaña, justo a tiempo para la puesta de sol.




En la noche, unos niños de la comunidad nos fueron a visitar con sus trajes tipicos, y nos cantaron y bailaron un rato. Avisados por la agencia con anterioridad, llevabamos algunos regalos para ellos, como pasta dental, lapices y cuadernos.



Finalmente, algunas de las mujeres de la tribu dieron un masaje Thai tradicional a quienes lo deseaban y nos echamos a dormir. Esa noche, luego de los mareos que sintio Monica despues de la larga caminata del dia, fue la primera vez que sospechamos que Valentina venia en camino.

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